1. Gazania: ¡Perfecta para quienes recién empiezan a cuidar plantas! La gazania es una flor que no necesita mucho mantenimiento y florece casi todo el año, sobre todo en lugares cálidos. Sus flores se parecen a las margaritas y se abren durante el día para volver a cerrarse por la noche. Si quieres un jardín lleno de color en verano, ¡esta es tu planta ideal! Además, hay gazanias de muchos colores diferentes.

Un consejo: Para que tu gazania florezca sin parar, ¡acuerdate de quitar las flores marchitas!

  1. Boca de dragón: Esta planta tiene unas flores muy bonitas que crecen en grupos y pueden ser de muchos colores: rosa, amarillo, blanco, morado o naranja. La boca de dragón florece desde primavera hasta otoño, así que es perfecta para tener flores durante muchos meses. Le gusta mucho el sol, pero también necesita que la riegues de vez en cuando, sobre todo en verano. ¡Pero cuidado de no encharcarla!

  2. Lirio azul: El lirio azul, también conocido como ‘Iris germánica’, tiene unas hojas largas y afiladas como espadas. Sus flores son muy llamativas y suelen ser de color morado o azul, aunque también hay lirios rojos, amarillos o blancos. Esta planta es muy resistente al sol y florece durante toda la primavera y a principios de verano.

Un consejo: No riegues mucho los lirios azules, ya que se pudren con facilidad si tienen demasiada agua.

  1. Plumbago azul: El plumbago azul es una planta que llenará de frescura y elegancia tu jardín o patio. Tiene unas flores celestes muy bonitas que crecen en un arbusto grande. Aunque necesita que la riegues con frecuencia, esta planta aguanta muy bien el calor, así que no sufre mucho durante el verano.

  2. Caléndula: La caléndula es una flor originaria del Mediterráneo y de Asia que es muy resistente a los climas cálidos. Florece desde junio hasta noviembre y tiene unas flores grandes y bonitas de color amarillo y naranja.

Un consejo: Asegúrate de que la tierra donde plantes la caléndula drene bien el agua y no la riegues demasiado.

  1. Dalias: Las dalias son unas flores originarias de México que son muy populares en verano, ya que es cuando florecen. Hay dalias de muchos colores diferentes: rosas, blancas, moradas… ¡y muchas más!

Un consejo: Aunque las dalias aguantan bien el calor, es mejor regarlas con frecuencia para que no se sequen.

  1. Buganvilla: La buganvilla es una planta trepadora que tiene unas flores pequeñas de color morado, rosa o blanco. Es perfecta para decorar jardines, terrazas y fachadas. La buganvilla es una planta muy resistente que no necesita muchos cuidados especiales. Si la plantas en el suelo, riégala una vez por semana en verano. Si la tienes en una maceta, riégala dos o tres veces por semana. Pon la buganvilla en un lugar donde reciba mucho sol. En climas cálidos, puede florecer durante todo el año.

  2. Petunias: Las petunias son unas plantas de exterior con flores muy bonitas y resistentes. Necesitan mucho sol, así que ponlas en un lugar donde les dé el sol durante muchas horas al día (por lo menos 4 horas). En climas cálidos, tienes que regarlas con frecuencia. En climas húmedos, solo tienes que regarlas cuando la tierra esté seca.

Un consejo: Para que las petunias florezcan durante más tiempo, quítales las flores secas. Así, saldrán flores nuevas.

  1. Geranios: Los geranios son unas de las plantas de exterior con flores más populares. Son fáciles de cuidar y tienen unas flores espectaculares que pueden durar todo el año (en climas cálidos). Aunque les encanta el sol, es mejor protegerlos durante las horas más calurosas del día. Ten cuidado de no regarlos demasiado, ya que el exceso de agua puede pudrir sus raíces.

Un consejo: Si abonas los geranios con un abono especial para geranios, ¡florecerán durante mucho más tiempo!

  1. Agapanto: El agapanto tiene unas flores blancas o azules muy bonitas que lo convierten en una planta perfecta para decorar tu jardín. No necesita un tipo de suelo especial, pero prefiere los lugares soleados. En invierno, riega el agapanto solo cuando la tierra esté seca. En verano, tendrás que regarlo con más frecuencia para que la tierra esté siempre húmeda, pero sin encharcar.