Hay estilos que no pasan de moda, y uno de ellos es, sin duda, el mediterráneo. Con su mezcla única de naturalidad, frescura y elegancia sin esfuerzo, este look se ha convertido en el favorito de quienes buscan un refugio en el que el diseño dialogue con la naturaleza. En esta ocasión, te presentamos una selección de piezas clave que evocan ese encanto sereno, como si cada rincón de tu hogar se asomara al mar.
Texturas que respiran: yute, lino, ratán y papel reciclado
En esta escena de película –cuyo sonido de fondo podrìa ser perfectamente el vaivén de las olas y el canto de las gaviotas– los materiales naturales son los verdaderos protagonistas. Las alfombras de yute, con su trenzado rústico y cálido, aportan textura y definen los espacios sin recargar el ambiente. Son perfectas para salones luminosos, terrazas cubiertas o dormitorios en los que se busca una conexión con lo esencial.
Las fundas de cojín de lino, en tonos neutros como el blanco hueso, el arena o el verde oliva, suman frescura y sofisticación a sofás, sillas y camas. Este tejido noble no solo es agradable al tacto, sino que envejece con belleza y se adapta a cada estación.
Las paredes también cobran vida con arte consciente: cuadros elaborados con papel reciclado, que no solo embellecen el espacio sino que apuestan por un diseño sostenible. Cada pieza es única, y su imperfección artesanal aporta autenticidad.
Y para rematar, las lámparas de ratán –colgantes, de sobremesa o de pie– proyectan una luz suave y acogedora, con tramas que dibujan sombras sobre las superficies. Una iluminación que invita a bajar el ritmo y disfrutar del presente.
La paleta del mar y la tierra
La clave del estilo mediterráneo está en su conexión con el entorno. Por eso, la paleta cromática que propone esta tendencia se compone de colores orgánicos: el blanco roto de las casas encaladas, el beige de la arena caliente, los verdes del olivo y el azul profundo del mar. Estos tonos no solo decoran: calman, relajan y nos reconectan con un modo de vida más lento y sensorial.
Un hogar que se vive al ritmo de las olas
Más allá de la estética, este estilo invita a una forma de habitar más consciente y serena. Rodearse de materiales nobles y colores naturales es una manera de traer un pedacito de la costa a la vida cotidiana. Ya sea en un piso urbano o en una casa frente al mar, estas piezas evocan la sensación de vacaciones eternas, donde el diseño y la naturaleza se encuentran en perfecta armonía.

